domingo, 24 de julio de 2016

Viendo las velas de un barco pienso que antes se observaba, aprendía y utilizaba todos los recursos naturales. El viento para empujar el barco, el sol para secar, el agua para mover... Ahora de alguna forma se sustituyó estos regalos de la naturaleza. Ahora hay motores para mover, turbinas para empujar, ventiladores para secar...

Pasamos de intérpretes a creadores. Alta evolución. Sin embargo, llega un momento en que nuestras fantásticas creaciones demuestran no ser perfectas, no tener esa cualidad circular y re-usadora que sí tiene la naturaleza. Y de repente nos encontramos con que los recursos que utilizamos, terminaron siendo sacrificados en nombre de ese avance; lo cual lo convierte en un avance insustancial, cómo podría mantenerse si ya pronto no va a tener con qué.